Shakira derrochó sensualidad desde el primer instante en el Pepsi Super Bowl, con un mini vestido bergoña brillante, de escote halter, con botas de caña alta y melena al viento, que después se transformó en un sexy top de flecos y minifalda. La colombiana hizo un repaso por sus canciones más icónicas como La loba, Ojos así y Chantaje, acompañada del puertorriqueño Bad Bunny.
La cantante movió sus caderas. Con fuegos artificiales y varios bailarines, la de Barranquilla sorprendió al lanzarse al público que la ayudó a llegar de un lado del escenario a otro en sus brazos. La actuación apostó más por el ritmo que por los elementos sorprendentes, aunque la respuesta del público fue óptima.
Luego, con un jumper de piel que sensualmente se unía con sus botas hasta la rodilla, todo aderezado de vivos dorados, y también con el pelo suelto, pero con ondas bien marcadas; Jennifer Lopez hizo eco de sus raíces latinas, esas que le dan el atrasión sexual necesario para conquistar con sus movimientos.
La maestría en el escenario de la originaria del Bronx, pero con ascendencia puertorriqueña, se vio cuando se cambió rápidamente con otro body, pero ahora plateado, con transparencias en torso y piernas que daba una impresión nudista que no dejó a nadie indiferente, incluido J Balvin
