
Hector Muñoz
La cantante Rihanna es otra artista que no le parece que el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha estado amenizando sus últimos mítines con su célebre tema de 2007 ‘Please Don’t Stop The Music’.
La artista hizo eco de lo ocurrido gracias al mordaz mensaje que publicó ayer lunes el corresponsal del diario The Washington Post para asuntos relacionados con la Casa Blanca, Philip Rucker, el cual no dudó en comparar los encuentros entre Trump y sus más fieles seguidores con espectáculos deportivos caracterizados por el ánimo festivo, la presencia de música bailable e incluso el lanzamiento de camisetas.
Desgraciadamente para aquellas estrellas de la música críticas con el ya de por sí controvertido mandatario, cualquiera de ellas puede ser susceptible de aparecer en el próximo evento propagandístico del magnate republicano por medio de sus canciones más representativas.
Eso mismo le ocurrió a Steven Tyler, líder de Aerosmith, durante la campaña de 2016 e incluso después de que Trump alcanzara la presidencia y, de forma más reciente, a Pharrell Williams, quien no dudó recurrir a sus abogados para forzarle a que dejara de utilizar su sencillo ‘Happy’ al final de tan dinámicos mítines.