
El Papa Francisco aceptó la renuncia del arzobispo de Washington, Donald Wuerl, cuestionado por la forma en que ha manejado de denuncias contra sacerdotes, esto, al estar enmedio de la crisis por los abusos sexuales contra menores en Estados Unidos.
Mediante un comunicado, se anunció la noticia, pero no comunicó el nombramiento de un sucesor, como suele ocurrir; Wuerl había presentado su dimisión obligatoria al puesto casi tres años atrás, cuando alcanzó la edad de jubilación obligatoria de los clérigos, establecida en 75 años por la ley fundamental de la Iglesia católica, el Código de Derecho Canónico.
Wuerl cumplirá 78 años en noviembre, pero en su momento tenía prórroga indefinida de permanencia por parte del Papa Francisco.
En agosto pasado, su nombre apareció numerosas veces en un informe del Gran Jurado de Pensilvania, que sacó a la luz abusos y encubrimientos en varias diócesis de ese Estado cometidos en los últimos 70 años.