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Evelyn Román

Naolinco. La ciudad de Naolinco se vistió de color y papel de China para recibir a cientos de turistas y veracruzanos que cada año acuden al panteón municipal a cantarle a los fieles difuntos.

Callejones, avenidas principales, negocios y casas particulares adornaron sus estancias con altares de colores y cielos de papel de china, así como catrinas y catrines de tamaño real para que los visitantes se tomen fotografías y disfruten del arte local.

La vendimia de pan, vino y dulces típicos, así como artesanías de piel y madera es alta, ya que la calidez de los ciudadanos de este pueblo invita a consumir artículos locales mientras se bebe café o vino morita.

De acuerdo con el señor Abelardo Cuevas, es fundamental mantener viva la tradición del Día de muertos, pues se recuerda con amor y cariño a quienes ya partieron del mundo terrenal.

El señor junto con su familia elaboró una ofrenda con personajes de la película Coco en las afueras de su casa, ubicada frente al panteón municipal.

Aseguró que con esta tradición se garantiza que quienes ya no están en la tierra jamás morirán mientras exista en el plano terrenal quienes los recuerden con cariño.

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