
El huracán Florence tocó tierra a unos kilómetros al este de Wilmington, Carolina del Norte, como huracán de categoría uno, acompañado de peligrosas marejadas ciclónicas.
El Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, detalló que el vórtice del meteoro llegó a tierra firme con vientos sostenidos de 150 kilómetros por hora, lo que vuelve a Florence un huracán de categoría uno en términos de intensidad de viento.
Más de 60 personas fueron desalojadas de un motel que se derrumbó mientras que muchos esperaron ser rescatados, mientras pedazos de inmuebles destrozados por el huracán volaban por los aires.
Los meteorólogos advirtieron que el aterrador ataque durará horas y horas, porque Florence avanza lentamente y sigue recibiendo energía del océano.