
Hasta el momento se han registrado 18 muertes, 12 de ellas en Carolina del Norte, incluido un niño de tres meses que murió cuando un árbol cayó sobre una casa móvil en el condado de Gastón y seis en Carolina del Sur.
La tormenta Florence, debilitada a depresión tropical, cruzó el oeste de Carolina del Norte rumbo a Virginia y Nueva Inglaterra, lo que arrojó grandes cantidades de lluvia en las Carolinas y amenazó con desbordar ríos, inundar carreteras y casas y cobrar más vidas.
Con la cantidad de agua registrada en las Carolinas «lo peor está por venir», debido a que los niveles de los ríos aumentan a niveles históricos, advirtió el meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS), Zach Taylor.
Según el especialista “los ríos comenzarán a elevarse hoy y el martes”, lo que provocaría en toda la región inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.