
Las fuerzas de Estados Unidos en Afganistán confirmaron la muerte del líder del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el país, Abu Saad Orakzai, también conocido como Saad Arhabi, en un bombardeo el pasado 25 de agosto.
El ataque de las tropas estadounidenses se produjo en la provincia oriental de Nangarhar, donde la formación yihadista tiene su bastión en Afganistán, informó en un comunicado la misión de la OTAN en el país asiático, “Apoyo Decidido”.
Un día después del bombardeo el 25 de agosto, la principal agencia de inteligencia afgana, el Directorio Nacional de Seguridad (NDS, en inglés), ya había dado por muerto al líder del Estado Islámico.
Desde 2015, cuando los yihadistas irrumpieron en Afganistán, y aunque las autoridades han afirmado en diversas ocasiones que han reducido su presencia a unas pocas zonas remotas, la formación ha reclamado algunos de los atentados más sangrientos en el país.