
De la misma manera que se asocia el nombre de Rafael Nadal a la tierra de Roland Garros y el de Roger Federer a la hierba de Wimbledon, desde hoy ya se puede unir el nombre de Novak Djokovic al cemento del Australia Open.
El serbio se ha impuesto este domingo por octava vez en el torneo, en otras tantas finales, tras acabar con la rebelión de Dominic Thiem por 6-4, 4-6, 2-6, 6-3 y 6-4, en 3 horas y 59 minutos.
El campeón y defensor de la corona sumó su decimoséptimo major y pisa los talones a Federer, con 20, y Nadal, 19. Del mismo modo, recuperó la cima del ranking mundial.