
Tres mil 200 militares brasileños estacionados en la Amazonia serán desplegados en la frontera entre Brasil y Venezuela, que se extiende por dos mil 200 kilómetros, para detener la llegada de inmigrantes de Venezuela.
Los militares controlarán el acceso por tierra de Venezuela al estado brasileño de Roraima, donde se vive un clima de tensión por los incidentes xenófobos de hace 10 días contra campos de inmigrantes venezolanos, asimismo, las Fuerzas Armadas también serán desplegadas en las carreteras federales de Roraima.
El flujo de venezolanos a Brasil no es comparable con el que recibieron otros países como Colombia o Ecuador; en promedio, entre 600 y 700 personas entran cada día por Roraima a Brasil y, de ellos, permanecen en el país un 20 o 30 por ciento.