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La futura administración de Andrés Manuel López Obrador pretende cerrar las 46 oficinas que ProMéxico tiene en el mundo para atraer inversión al país, porque “no hacen nada” y gastan muchos recursos en labores de promoción, trabajo que se asignaría a los embajadores que representan a México en ciudades que resultan estratégicas por su importancia para los negocios.

La intención de eliminarlas obedece a la política de austeridad anunciada por López Obrador, porque, de acuerdo con su equipo, se destina mucho presupuesto a una estructura que resulta paralela a la diplomática.

De acuerdo con el equipo del Presidente electo, la instrucción será que toda la promoción de negocios esté a cargo de los embajadores, que a su vez tienen en su estructura, en cada sede diplomática, responsables de negocios.

Los sectores apoyados por ProMéxico incluyen el automotriz y de autopartes, aeroespacial, químico, alimentario, electrónico y metalmecánico.

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